
martes, 3 de abril de 2012
Pajas mentales de Darth Vincent (5)

domingo, 19 de febrero de 2012
Lo que comemo é lo que valemo y to lo que se le echa le sabe (6)
No digan que me echaban de menos porque no me gustan los mentirosos y no se hagan las víctimas, que han podido vivir sin mis cutrecomentarios culinarios tan ricamente. Cómo dijo el poeta, decíamos ayer...
Hay varias sorpresas hoy. Vengo a comentarles que los USA no son Satán ni hay que estar todo el día de manifestación en contra, dalequetepego, no !!! También tienen cosas buenas, de merendolear fundamentalmente, con gran viveza cromática e hipnótico empalago.
Además hoy, tenemos una segunda gran sorpresa, como ya anunciaba; no sólo el producto no es oriental sino que está handmade, que dirían los yankis...es casero, vamos:
- 3 claras de huevo
- 1 paquete (517 gramos) de harina para pastel de vainilla
- 1 1/3 de tazas de agua
- 2 cucharadas de aceite de girasol
- Colorante para alimentos varios
Nota: Procura utilizar pasta o gel colorante ya que son mucho más concentrados que el colorante líquido.
El resultado, una tarta resultona, buena y dulzona, que le da alegría, color y un subidón de azúcar a la vida de este viejo Lord Sith...qué no todo va a ser de color negro !!!
martes, 6 de julio de 2010
LOS AUTÉNTICOS X-MEN
jueves, 11 de febrero de 2010
De prestao (6)
El texto reproducido a continuación es la traducción de un discurso pronunciado en la Novacon, por el genial escritor Terry Pratchett, que tantas carcajadas en lugares poco adecuados ha proporcionado a millones de personas, en 1985. El texto versa sobre la literatura fantástica y la representación de la magia en la fantasía. Pasen y lean y, como no, disfruten. Lógicamente, este texto es © Sir Terry Pratchett.
"¿Por qué Gandalf no se casó nunca?
Quiero hablar sobre la magia, de cómo se representa la magia en la fantasía, de cómo la literatura fantástica ha, en efecto, contribuido a un uso de la magia muy diferente, y quizás lo más importante: cómo el mundo occidental, en general, ha terminado aceptando una cierta y extremadamente sospechosa imagen de los usuarios de la magia.
Debería decir, antes de nada, que realmente no creo en la magia más de lo que creo en la astrología, porque soy Tauro y a nosotros no nos va ese rollo rarito de lo oculto.
Pero hace un par de años escribí un libro llamado El color de la magia. Tenía algunos chistes geniales. Era un intento de hacer por el universo de fantasía clásica lo mismo que Blazing Saddles hizo por las películas del oeste. También era mi tributo a veinticinco años de lectura de fantasía, que empezó cuando tenía trece años y me leí El señor de los anillos en 25 horas. Ese maldito libro era un ladrillo más en el carril bici de mi vida. Empecé a leer libros de fantasía a la velocidad que sólo puedes alcanzar en tus años mozos. Y me dejó exhausto.
Tuve una infancia dura, ¿sabéis? Tenía un montón de niños con los que jugar, y mis padres me compraban juguetes para usar al aire libre, y siempre rechazaron maltratarme, de manera que nunca se me ocurrió buscar consuelo solitario con un buen libro.
Y entonces, Tolkien lo cambió todo. Me obsesioné con la fantasía. Cómics, aburridas sagas nórdicas, fantasía victoriana aún más aburrida… En este punto será mejor explicar a los oyentes más jóvenes que en aquellos días la fantasía no estaba disponible en todas las tiendas de juguetes y en cada estante de libros, sino que era algo así como el sexo: no sabías dónde encontrar los libros guarros de verdad, así que todo lo q podías hacer era meter la zarpa en revistas de Fotografía Amateur buscando desnudos artísticos.
Cuando no la podía conseguir – la fantasía heroica, no el sexo – me daba paseos por las secciones infantiles de las bibliotecas públicas, intentando convencer a los libros sobre elfos y dragones de que se vinieran a casa conmigo. Incluso compré y me leí todos los libros de Narnia de una sentada, lo cual resultó ser como un empacho de ostias consagradas. Ahora ya no me importaba nada.
Un día las autoridades me agarraron y me encerraron en una habitación oscura con pequeñas dosis de ciencia ficción hasta que rompí con mi adicción, y ahora puedo pasear y ver un libro con un dragón en la portada. Y ya casi no me sudan las manos.
Pero una parte de mi mente permaneció enchufada a lo que llamaría el universo fantástico consensuado. Existe, y todos lo sabéis. Se ha formado por el folclore y románticos victorianos y Walt Disney, y E.R Eddison y Jack Vance y Ursula Le Guin y Fritz Leiber… ¿verdad? De hecho, esos escritores y otro puñado más lo han definido de forma muy cerrada. Ahora hay, para la satisfacción de escritores parasitarios como yo, lo que casi podría llamar “elementos argumentales de dominio público”. Hay dragones, y gente que hace magia, y horizontes lejanos, y búsquedas, y elementos de poder, y ciudades extrañas. Tenemos el tipo de escenografía que tendríamos en la Tierra si Dios hubiera tenido el dinero suficiente.
Para ver el universo fantástico consensuado en detalle sólo tenéis que echar un ojo al juego de rol Dungeons and Dragons. Son mosaicos de cada una de las historias fantásticas que hayáis leído.
Por supuesto, el universo fantástico consensuado está lleno de estereotipos, casi por definición. Los elfos son altos y justos y utilizan arcos, los enanos son bajitos y oscuros y votan a los laboristas. Y la magia funciona. Ésa es la diferencia entre la magia en un universo fantástico y la magia aquí. En el universo fantástico un mago apunta con sus dedos y todas esas lucecitas azules chisporroteantes salen, y luego hay algún tipo de explosión y algún pobre diablo es convertido en algo horrible.
En cualquier caso, si te apuntas a este mercado por el chiste fácil, aprendes que éste se busca frecuentemente de dos formas: o bien retorciendo un cliché, o bien tomándose las cosas desde una óptica absolutamente literal. Así, en la secuela de El color de la magia, que está publicándose rápidamente a la velocidad de la deriva de un continente, aprenderéis qué ocurre, por ejemplo, si alguien como yo se agarra a la idea de que los círculos de piedra megalítica son en realidad computadores complejos. Lo que consigues es lo siguiente: druidas merodeando por ahí hablando algún tipo de jerga informática y refiriéndose a Stonehenge como el milagro del pedazo de silicio.
Mientras escudriñaba el mundo de la fantasía en busca del próximo cliché para sacarle algunas risas, encontré uno que estaba tan arraigado que difícilmente te darías cuenta de que está allí. De hecho, me golpeó con tanta fuerza que empecé a fijarme en él seriamente.
Y se trata de la clarísima división entre la magia hecha por mujeres y la magia hecha por hombres.
Hablemos de los magos y las brujas. Hay una tendencia a hablar de ellos como unidad indivisible, como si simplemente fueran diferentes etiquetas sexuales para el mismo trabajo. Eso no es verdad. En el mundo de la fantasía no existe nada parecido a un hombre bruja. Warlocks, os oigo gritar, pero es verdad. Oh, puedo aceptar que se postulen para historias concretas, pero aquí me estoy refiriendo a la tendencia general. Y por supuesto, no existe algo así como una mujer mago.
¿Hechiceras? No son más que un tipo mejor de bruja. ¿Pitonisas? Simplemente brujas con buenas piernas. El mundo de la fantasía, de hecho, necesita desde hace tiempo una visita de los activistas por La Igualdad de Oportunidades porque, en el mundo de la fantasía, la magia hecha por mujeres es habitualmente de mala calidad, de tercer nivel, con connotaciones negativas, mientras que los magos son normalmente más cerebrales, inteligentes, poderosos y sabios.
Extrañamente, esto también ocurre en este mundo. No hace falta creer en la magia para darse cuenta.
Los magos suelen hacer un tipo de magia mejor, mientras que las brujas te provocan verrugas.
El mago arquetípico es, por supuesto, Merlín, consejero de reyes, creador de la Mesa Redonda, y el único hombre que sabía cómo accionar el electroimán que liberaba la Espada de la Piedra. No es, de hecho, un héroe folclórico, porque mucho de lo que sabemos sobre él está basado claramente en La vida de Merlín, de Geoffrey de Monmouth, escrito en el siglo XI. El viejo Geoffrey era uno de los grandes escritores de fantasía de todo el mundo, casi tan bueno como Fritz Leiber, pero sin esa cosa sobre los gatos.
Merlín tuvo muchos problemas con las mujeres. Fata Morgana – una bruja – era su mayor enemigo, pero finalmente acabó atrapado en su cueva de cristal o en su bosque encantado, elegid vosotros mismos vuestra propia variante, por una alumna. El mensaje está claro, chicos: eso es lo que os pasa si dejáis que la magia verdaderamente poderosa caiga en las manos de las mujeres.
De hecho, Merlín casi ha sido reemplazado como mago número 1 por Gandalf, cuya magia es más sugerente que aparente. También me gustaría mencionar en este punto a un tercer mago del que seguramente habréis oído – Ged, el de Un mago en Terramar. Digo esto porque los libros de Ursula Le Guin nos ofrecen un meticuloso y típico mundo mágico. Sugeriría que todo esto funcionó porque se adaptaron de una forma excelente en nuestra imaginería de cómo la magia se ordena. Sirven para señalar algunos parecidos con nuestros magos.
Son todos licenciados, y sexualmente continentes. Así, la fantasía está en concordancia con algunos de los trabajos estándar sobre magia, que dejan claro que un buen mago no tiene sexo. (Gracioso, porque no existe esta prohibición en las brujas; pueden ser unas libertinas, que eso no afectará en absoluto a su magia). Los magos tienden a existir en Órdenes, o jerarquías, y la verdad es que la Isla de Gont no me recuerda a nada más que a una universidad medieval europea, aunque supongo que alguien limpiará los lavabos. Hay, de hecho, algunas practicantes de magia en Terramar, pero si no son diabólicas, entonces o están confundidas o tratadas por Ged de la misma forma que una obstetra de la calle Harley trata a una comadrona local.
Os imagináis a una mujer intentando conseguir plaza en la Universidad de Gont? O lo puedo poner de otra forma – Os imagináis a un Gandalf mujer?
Por supuesto, casi no hace falta mencionar a las brujas de los cuentos de hadas, un atajo de brujas tan malévolas como podáis imaginar. Seguramente será por haber vivido en esas casitas de jengibre. Y por supuesto, no es nada sorprendente que las brujas hayan sido siempre descritas sin dientes – lo provocaba vivir en casas de 90000 calorías. Cuando escucharan ruiditos, eran probablemente los niños del pueblo, comiéndose el pomo de la puerta. Tomando como fuente el libro de mi hija de ocho años sobre Magos, un librito ilustrado y disponible en cualquier buena librería, “los magos deshicieron el mal causado por las malvadas brujas”. Ahí está de nuevo, el recurrente mensaje: la magia femenina es barata y mala.
Pero ¿cuál es el motivo de todo esto? ¿Hay algo en el mundo real que se refleje en la fantasía?
Lo más curioso es que el mundo occidental al menos no hay una gran tradición mágica. Puedes buscar en vano magos genuinos, o brujas, para corroborarlo. Conozco a mucha gente que se creen brujas, paganos o magos, y los más realistas admitirán que mientras que les gusta creer que están siguiendo una tradición que se remonta al conocido Amanecer de los Tiempos, en realidad lo han cogido todo de los libros y, sí, historias fantásticas. He acabado creyendo que la ficción fantástica en todas sus formas no se basa en nada del mundo real. Creo que unas y otras brujas toman sus ideas de sus lecturas o, antes de eso, del folclore. La ficción construye la realidad.
En la Europa occidental, ciertamente, los magos son pocos en número y están alejados los unos de los otros. He podido identificar a una docena más o menos, los cuales, en una retrospectiva infalible de la historia, parecen o estafadores o prestidigitadores. Los druidas casi se ajustan a lo que estamos buscando, pero se da el caso de que no eran más que unas líneas escritas por Julio César hasta que se reinventaran hace un par de siglos. Toda esta parafernalia de los ropajes blancos, las hoces y el ser uno con la naturaleza es lo que ellos querrían. Aunque también significativo. César los describió como curas viciosos de una religión basada en sacrificios humanos, y sangrientos como el que más. Pero el Relaciones Públicas de la historia, sin embargo, les ha convertido en chamanes místicos, a no ser que me refiera a shamen (en inglés, shame = vergüenza); hombres de paz que elaboran pociones mágicas.
A pesar de la reivindicación de que nueve millones de personas fueron ejecutadas por brujería en Europa durante los tres siglos que siguieron al 1400 – esto aparece con frecuencia en libros de ocultismo popular y sólo puedo decir que el dato es probablemente tan fiable como el resto de sus contenidos -, es difícil encontrar evidencia palpable de un culto de brujas tan extendido. Conozco a bastante gente que se llama a sí misma brujas. No, espera, son brujas – ¿por qué no debería creerles? Su religión me parece imprecisa, pero bienintencionada y, por lo menos, inofensiva. La brujería moderna son los Amigos de la Tierra rezando. Si tiene una sola raíz, está en los trabajos de un funcionario colonial de épocas antiguas y naturista pionero llamado Gerald Gardiner, pero yo creo que están basadas realmente en un revoltijo de hierbas, en el ocultismo impredecible de los sesenta, y en El señor de los anillos.
Sin embargo, debo aceptar que sí que ha existido gente llamada ‘brujas’. De alguna manera, han sido creadas por el folclore, por lo que yo llamo el Proceso del Platillo Volante – ya sabéis, alguien ve algo en el cielo que no puede o no quiere explicar, sabe que hay una historia popular sobre avistamientos de platillos volantes, decide que lo que ha visto es un platillo volante, y muy pronto ese “avistamiento” añade algunos copos a la gran bola de nieve de la platillología. De la misma forma, el campesino que sabe que las brujas son viejas feas que viven solas porque el folclore lo explica también sabe que la viejecita del pueblo debe ser una bruja. Pronto, todo el mundo SABE que hay una bruja en el valle de al lado, atribuyen ciertas triquiñuelas del destino, y así el gran mito sigue su curso.
Uno puede buscar en vano una evidencia similar así de extendida con los magos. Además de los puñados de dudosos médicos ya mencionados, la mitad de los cuales son fácilmente identificables como alquimistas o charlatanes, todo lo que pude encontrar fue algún culto vagamente masónico, como los Palabra de los Jinetes, en East Anglia. No hay demasiado de Gandalf por ahí.
Ahora podéis adoptar la visión de que por supuesto éste sea el caso, porque si el cayado está sucio en la punta, va para las mujeres. Cualquier cosa hecha por mujeres es automáticamente degradada. Ésta es la visión más extendida – bueno, ampliamente extendida por mi mujer desde que empezó a ir a reuniones de grupos de incremento-de-la-concienciación – y la que me dice que es ridículo especular sobre este tema porque la respuesta es demasiado obvia. La magia, según esta teoría, es algo en lo que sólo los hombres pueden ser buenos, y por eso cualquier intento de las mujeres de sobrepasar la línea sagrada debe ser rigurosamente apagado.
Me gustaría saber si esto es realmente lo que hay. Pero el hecho es que el universo fantástico que tenemos por consenso ha cogido la idea y la mantiene. Yo me inclino por la visión distinta, aunque sólo sea para mantener viva la discusión, de que todo el meollo es mucho más metafórico que eso. El sexo del practicante de magia, la verdad es que tampoco influye demasiado. El clásico mago, creo, representa el ideal de la magia – todo lo que esperaríamos poder ser, si tuviéramos el poder. La clásica bruja, por otra parte, con su habitual malévolo interés en la pequeña cerveza de los affaires humanos, es todo lo que tememos tan bien que seguramente nos convirtamos en ellos.
Oh, bueno, esto no me dará un título de Doctor. Sospecho que a través del insidioso medio de los libros ilustrados para niños, los magos continuarán practicando su alta magia y las brujas ejecutarán sus hechizos diabólicos y malhumorados. Va a pasar mucho tiempo antes de que haya sitio para RITOS IGUALES."
domingo, 31 de enero de 2010
Pajas mentales de Darth Vincent (4)
pero lo que más llamó mi atención fue un dibujo con una especie de seres increíbles y fascinantes, con pinta de pescado pero expresión humana y tridentes, como una familia de pequeños sirénidos, con un papá, una mamá y media docena de niños que nadaban alegremente en torno a sus progenitores; eran los Monos de Mar: "Diviértete viendo como juegan, crecen, se aman...". El paquete incluía un sobre con los huevos de los monos de mar y otro sobre con comida.

En mi imaginación infantil, me fascinaba la posibilidad de tener una civilización de míticas criaturas en mi propia casa, un ejército de héroes marinos originarios del reino sumergido de Atlantis, como Aquaman...¿sería verdad todo aquello que prometían? ¿El castillo lo construirían ellos mismos o habría que proporcionarles los ladrillos o comprar un castillo prefabricado con paneles modulares?; mi poder adquisitivo (que era prácticamente nulo), el hecho de que estuviera ahorrando para comprarme un "Halcón del Espacio" pero, sobre todo, el pragmatismo a prueba de bombas y caprichos infantiles de mi madre, hicieron que todo quedara en agua de borrajas.

Pues no, no levantan castillos, ni interactúan contigo, ni tejen redes sociales, ni hay reyes ni tridentes, se limitan a dar vueltas por la pecera y a reproducirse como cualquier bichejo acuático; vamos, que si quieres una mascota cómprate un gato o un perro que son más entretenidos y cariñosos.
P.D.: La gran pregunta es, a pesar de la cruda realidad, ¿qué enfermed...perdón, cuál es el prodigio y misterio de los monos de mar, que causaron furor desde hace años y que todavía tienen su grupo de seguidores en todas partes del mundo? Una página como Sea Monkey Worship tiene espacios sorprendentes para los adoradores de los monitos: por ejemplo, un muro de los lamentos donde dejar saludos a las mascotas fallecidas y un sitio para proponer distintas actividades en su honor.
martes, 8 de diciembre de 2009
Retortijones de Amor
sábado, 14 de noviembre de 2009
Comisión de festejos (6)
Una de las cosas que siempre me han “tirado” mucho, aparte de mi afición por los grandes veleros del siglo XVII y XVIII…ese peazo Santísima Trinidad con 140 cañones, el más grande de su época, el único barco de 4 puentes, por el que recibiría el sobrenombre de El Escorial de los mares, me pone palote, ejem, si, bueno, fale..., lo dicho, una de esas aficiones no materializadas era el maquillaje de FX. Así que, con alevosía y nocturnidad, aprovechando la última fiesta de Halloween, me decidí, osada e inconscientemente, a probar por vez primera la "fabricación" de una de esa heridas que sirven para que la pija de la novia de tu amigo Manolo diga “ush, qué asquito…jo, tio, a mi no te me acerques con eso, aaargh !!!”.
Lo primero que necesitamos es una víctim…perdón, un voluntario. En este caso, la conejillo de indias para realizar el desgarro provocado por un mordisco fue, mi todavía amiga, Mari.
Los materiales a utilizar son:
1.- Látex líquido (no, no tiene nada que ver con lo de la alemana buenorra cubierta de plástico negro brillantito y con cremallera, con un látigo y castigándote diciendo que has sido malo…que siempre estamos pensado en lo mismo) y bastoncillos para aplicarlo (si utilizas pincel, piensa que quedará inservible tras la sesión, así que tú mismo).
2.- Papel higiénico (blanco, sin dibujitos, ni relieves, a poder ser...una herida con un tierno perrito rosa impreso, no es que quede muy real).
3.- Pinturas al agua o maquillajes grasos (tipo pintalabios en desuso).
4.- Sangre líquida artificial.
5.- Pinceles de maquillaje y una esponja muy porosa (y a ser posible lo más rígida posible en seco).
Lo primero que hay que comprobar es que la persona en cuestión no sea alérgica al latex; para ello, antes de empezar, ponle un poco de látex en la muñeca, en la parte interior que es más sensible, si ves que tras esperar unos cinco minutos no se produce ningún enrojecimiento, puedes hacer la herida. Eso…o lo que hicimos nosotros: empezar la aplicación y advertirle “oches, si te pica o notas calor, avisas…fale ???”.
Lo segundo, asegurarse de aplicarlo en un lugar bien ventilado y no acercarlo mucho a las fosas nasales y otros orificios vitales para la supervivencia. Es muy importante, puesto que el látex tiene un poco de amonio (principal componente del amoniaco) y apesta que lo flipas…
Buenobuenobueno, amiguitos de bricomania y jóvenes padawans, comenzamos la explicación de cómo hacer esas heriditas tan monas de las pelis…
Antes que nada, asegurarse de que la zona está bien limpia, con un jabón que elimine la grasa facial, y, a ser posible, bien afeitada, en el caso de los chicos (os puedo asegurar, por experiencia propia, que la barba incipiente es un enemigo tenaz de la aplicación “latíxtica”).
El primer paso es aplicar con el bastoncillo de algodón una fina capa de látex en la zona donde quieres poner la herida.
Después de dar la primera capa de látex, acto seguido poner trocitos de papel higiénico rotos encima, aplicar otra capa de látex (no es necesario que se seque), otra de papel y así, sucesivamente, unas tres o cuatro.
Espera a que se seque el látex o ayudarte secándolo con un secador de pelo (warning: el aire debe ser frío, el látex, como goma que es, lleva mal el calor).
Una vez esté seco, con la ayuda de un objeto puntiagudo vete abriendo agujeros en el látex.
Comienza el paso de pintura o maquillaje de la herida…Para los muy artistas, manitas, frikis o flipaos lo ideal es utilizar pintura y aerógrafo. Hay pintura especial para látex, pero suele ser cara hasta el punto del dolor patadaenlasbolas, lo mejor es coger pintura acrílica y mezclarla a partes iguales con látex líquido (50% pintura acrílica, 50% látex líquido); esto lo utilice en mi disfraz del Hellraiser y da buenos resultados.
No obstante lo anterior, recomiendo, por no complicarse la vida, igualar el color de la herida con maquillaje base, comenzar con maquillaje oscuro en los bordes y más claro en el centro de la herida y rematarlo con toques de maquillaje morado alrededor de la herida, dando sensación de piel muerta. Una vez lista la base, sellaremos con polvos traslúcidos.
Una vez maquillada la herida, echa sangre por el interior y luego deja resbalar la sangre líquida para dar efecto hemorrágico; con la esponja porosa manchada de pintura roja o maquillaje (yo volví a usar la sangre artificial), mediante pequeños toques, rodea la herida con puntitos, logrando el efecto de salpicón de sangre. Y TACHÁAAN…!!!
A la hora de retirarlo, el método es el tradicional de tirónypelillosalamar...vamos, es como quitarse una tirita o esparadrapo…lo bueno es que no queda apenas rastro de la herida. Para los blanditos que no os atreváis a utilizar el método tradicional, podéis dejar que caiga por si mismo tras varios meses pero la gente os mirará mal por la calle y tendréis que soportar a vuestra madre mientras repite incansablemente “en qué me pude equivocar, acaso fue la falta de oxígeno en el parto ???”…
Bueno, hasta aquí el tutorial de hoy, otro día explicaremos como fabricar prótesis caseras con latex…
Animaros a probar y comprobareis, al igual que un menda, lo increíble de los resultados. Un saludo y Japy Jalogüín !!!
lunes, 12 de octubre de 2009
De prestao (4)
"De la mesa al manga
¿Os habéis fijado que muchos de los personajes del manga y anime tienen nombres muy curiosos, claramente inspirados en la cocina japonesa? Para darse cuenta no hace falta ser un fanático de los cómics o un manga otaku, como dirían al Japón, porque hoy en día están al alcance de todos por todas partes. Por cierto, no sé si sabréis que la palabra otaku que usamos comúnmente a occidente, en oriente tiene una connotación más bien enfermiza: hace referencia a alguien tan obsesionado que ni siquiera sale de casa. No sé por qué dirán eso, porque cada domingo, haga frío o calor, los otakus toquiotas se congregan en Akihabara disfrazados como sus personajes de cómic preferidos para rendirles homenaje.
El primer ejemplo de la relación entre la comida y los nombres de los personajes lo encontramos en Sazae-san de Machiko Hasegawa, posiblemente la tira cómica que ha perdurado más en el tiempo durante más de medio siglo en Japón. El nombre de la protagonista, Sazae, significa caracola de mar y su marido, Masuo, se llama igual que las truchas. La cosa no se queda aquí, porque su hijo Tarao también tiene nombre de pescado, concretamente de bacalao. Si sois aficionados a la cocina japonesa, seguramente reconoceréis el nombre de otros protagonistas como Katsuo (bonito) y Wakame, un tipo de alga muy utilizada a las ensaladas. A los adictos al sushi también os sonará familiar otro personaje que se llama Ikura, como el caviar de salmón, o Norisuke, que está claramente inspirado en las algas nori que se utilizan para envolver los norimakis de sushi.
Si seguimos haciendo un repaso por el mundo del manga, estoy seguro de que todos conoceréis a Doraemon, de Fujiko Fujio. Se llama así porque su cabeza con forma de gong recuerda los pastelitos dorayaki rellenos de judía roja, precisamente la golosina preferida del gato de Nobita. Si todavía no lo habéis hecho, os aconsejo que los probéis en la pastelería japonesa Ochiai (Compte d’Urgell, 110 Barcelona). Como supongo que acabaréis animándoos por la golosina de judía roja, no os olvidéis de probar los panecillos rellenos de confitura de anko conocidos como anpan que, mira por dónde, dan nombre a uno de los personajes de cómic más populares del Japón: Anpanman. Un superhéroe con cuerpo de hombre y cabeza de bollo, producto del pastelero Jam Ojisan (Tío Mermelada) y su ayudante Batako (chica Mantequilla). Otros personajes como el perro Chīzu (queso) y toda la pandilla de amigos de Anpanman también tienen nombres inspirados en la repostería, como Shokupanman, Karēpanman, Meronpanman o Rōrupanna, que respectivamente hacen alusión al pan blanco, el pan de curri, el bollo de melón y los panecillos redondos.
El nombre de Naruto Uzumaki, protagonista de la serie creada por Masashi Kishimoto, está inspirado en una pasta de pescado compacta, similar al surimi, que se corta a lonchas dejando a la vista una característica forma de espiral rosado (uzumaki en japonés), idéntica a la insignia que traen Naruto y sus compañeros ninja. Hoy en día todavía podemos encontrar láminas de naruto a los paquetes de pasta precocinada o en la sopa de fideos de rāmen, precisamente el plato preferido de nuestro protagonista. En el mismo manga encontramos a Sakura (cereza), muy presente a la gastronomía nipona, sobre todo en primavera, cuando en Japón se preparan toda clase de dulces y platos temáticos basados en este fruto para comérselos a la vera de los cerezos floridos en la época del (hanami 花見).
Os debo confesar que mis preferidos son los mangas de Akira Toriyama. En Bola de Dragón y Dr. Slump encontramos un puñado de ejemplos divertidísimos que a veces pueden pasar por alto al romanitzar la grafía japonesa. El profesor Sembei Norimaki debe su nombre a las galletas crujientes de arroz glutinoso y su apellido significa un rollo de sushi hecho con alga nori (aunque se escribe con un ideograma diferente). Nuestra querida niña-robot, Arare, se llama igual que los crackers utilidades en el cóctel japonés, hechos con la misma base que el sembei.
En la serie también nos encontramos personajes como la niña repelente con peinado de seta que se pasea arriba y abajo en triciclo, Kinoko Sarada, que literalmente significa ensalada de champiñones. También nos encontramos con el apellido de los hermanos Tarō y Pīsuke Soramame, una clara alusión a un tipo de habichuela que no debe confundirse con el edamame. Para más guasa, Pīsuke viene de pī (guisante) y su madre Mame Soramame tiene nombre de legumbre. El cabeza de familia y peluquero de la Villa del Pingüino tampoco se escapa de la parodia, ya que Kurikinton es un puré de castañas (kuri) y boniato (kinton) muy típico en los ágapes de Año Nuevo.
Ahora que habéis oído esto del Kurikinton, seguramente os habrá venido a la cabeza la nube Kinton de Bola de Dragón. Pero a mí me había llamado más la atención el nombre de Krilin en la versión original, Kuririn, que es una mezcla entre cabeza de castaña (kuri) y monje Shaolin. También son juegos de palabras los nombres del Son Gokū o el Son Gohan. Del mismo modo que el primero se podría traducir como alguien despreocupado, el segundo es una traducción directa de comida o bol d’arroz. Hablando de arroces, me viene a la cabeza Tenshinhan, que, además de ser el nombre de un personaje de la serie con tres ojos, también es un plato chino cocinado con huevo revuelto sobre una base de arroz. Los nombres relacionados con la gastronomía china también tienen cabida en este manga, puesto que el pequeño Chiaotzu se llama igual que las empanadas rellenadas de carne o vegetales que en japonés se denominan gyōza. También encontramos algunos personajes bautizados como algunos tipos de té chino, como por ejemplo el cerdito Oolong, el gatito Puar o el mismo Yamucha, que suena casi igual que Yum cha, que en cantonés significa tomar té.
Con respecto a las pandillas de personajes, encontramos los Saiya-Jin, los guerreros de la raza Saiya, que hacen un juego silábico con la palabra yasai, verdura en japonés. De hecho, todos los habitantes del Planeta Vegeta tienen nombres que hacen juegos de palabras con las verduras, como Nappa (col china), Raditz (rábano) y una decena de ejemplos más. Pero el más retorcido es en Bejīta que se casó con Buruma (transliterados en castellano como Bejeta y Bulma). Si sumamos los dos nombres en versión original nos encontramos con Bejitaburu, que es el anglicismo vegetable transcrito en japonés. Algo similar nos pasa si unimos los nombres de los ayudantes del Rey Pirafu, el zorro Shū y la enigmática Mai, que combinados forman la palabra shūmai, unas empanadillas al vapor típicas de la cocina asiática.
Podría continuar con tantos ejemplos como para llenar un libro, pero dejadme que acabe con Kin Niku-man. Su nombre lo tradujeron como Múscul Man en la versión catalana, puesto que kin’niku significa músculo, seguido de Man como si se tratara de un superhéroe. Pero también es un juego de palabras con la comida, puesto que los nikuman son unos bollos rellenos de carne muy populares en Japón. Su plato preferido es el gyūdon y haría cualquier cosa por zamparse n un bol entero… ¡o los que le pongan por delante! Se trata de carne de ternera sobre una base de arroz. Por eso es por lo que lleva el ideograma niku (carne) tatuado en la frente.
Si tras el Salón del Manga os entran ganas de continuar devorando cómics, podéis seguir haciéndolo mientras os zampáis un katsudon en el Koyuki (Córcega, 242 Barcelona), el restaurante lleno de estanterías con más manga por metro cuadrado de toda la ciudad. Si después de la comulona todavía no os habéis hartado de leer, podéis ir a la Biblioteca Japonesa de Barcelona (València, 205 Barcelona). Yo soy socio desde el 1992 y os aseguro que en todo este tiempo ¡no me he podido acabar todos los mangas que tienen!"
Lo que comemo é lo que valemo y to lo que se le echa le sabe (5)
Esta vez y para compensar mi larga ausencia, comentaremos no uno sino dos productos estrellas...OEEE OEEÉ...LA MASA RUGE ENFERVORECIDA...sísísí, no me déis las gracias, es un placer para éste, vuestro seguro servidor.
Empezaremos por el producto más "normalito": Pop Pan Crackers, con sabor a cebolletas (al primero que haga un comentario soez al respecto, le pondré un punto negativo y lo expulsaré de clase)...Bueno, seamos francos lo único que tiene de producto exótico es que son un producto chino pero no dejan de ser unos crackers, aunque no como cualquier otro, Vive Dios !!!


P.D1: Tener tu litro deloqueteapetezca a mano.
P.D2: Ahora que caigo, la sopa de fideos instantánea también valía 1,50 € y el refresco de chirimoya idem. Será que no saben otro número ??? ("Cuánto cuesta esto ? Mmmm...uno sincuenta...Qué hora es ? Mmmm...uno sincuenta") o que estoy pelado y voy a lo barato ??? Me inclino por la segunda opción.
Nuestro segundo producto estrella, éste sí, más exótico, rosáceo y dulce que el anterior (más en nuestra línea, vamos), es Haw Flakes.

Este producto es una golosina china que se presenta en obleas, de color rosado, de un mm. de grosor por unos 4,5 mm. de diametro y, simplemente, se trata del fruto de un arbusto llamado Marzoleta o Marjoleta o Fruto del Espino o Cerezo del Pastor...(ah, la gran variedad y riqueza de nuestro idioma) deshidratado, edulcorado y, a la vista está, compactado, con propiedades cardiotónicas y ligeramente diuréticas.
Su sabor recuerda, ligeramente, al de las manzanas ácidas, sabor persistente pero nada empalagoso (salvo uso abusivo). Sus ingredientes son simples: la baya, azúcar y colorante; información nutricional inexistente, se le supone calórico más que nada por el azúcar.
Esta vez quise hacer una encuesta de entre 10 de nuestros allegados y conocidos, sobre pros y contras del producto; los resultados fueron de lo más curioso: 7 en contra, 3 a favor...7 mujeres de la sesuda encuesta decidieron que nifúnifá o, directamente, pusieron cara de asco, los 2 hombres y mi mujer se posicionaron a favor...
P.D1: Existe una predisposición genética o cultural del hombre hacia las chuches ???
P.D2: Tiene mi mujer que confesarme algo celosamente ocultado durante muchos años acerca de sus X y sus Y ???
P.D3: No dejes que la Guardia Civil te pille con ellas, tendrás problemas para explicarle que sólo son obleas de la fruta de un arbusto muy abundante en China y NO, invitarles a probar mientras comentas "hoy me he comido 10 de éstas y son adictivas" tampoco es buena idea.